jueves, noviembre 23, 2006

Cuando las cosas simples importan

El martes tuve que salir a dar un entrenamiento al puerto de Lazaro Cárdenas, es un pueblo tranquilo ( favor de excluir a los narcotraficantes ) donde la vida pasa despacio y se vive con calma.

Mi pequeña se quedo bastante decepcionada de que no estuviera yo con ella y ya saben el chantaje y bla bla bla, la mejor negociación que logré fue prometerle traerle "algo".

Hay que partir de la premisa que en Lazaro Cárdenas no hay nada. Asi que mi misión fue recolectar la crema, el limpiador de calzado, la pluma, el block, algunos sobres de azúcar en forma de tubo y dos sobrecitos de nescafé del hotel, creanme no hay nada más.

El día de ayer llegué y empecé a sacar de la maleta las "super sorpresas" que le habia yo traido a mi hija, hay que aclarar que las plumas y los blocks le encantan ya que se la pasa escribiendo "mensajes para sus amigos" y bueno el azucar y el cafe se volvieron en instrumentos maravillosos para tomarnos un café en ese mismo momento (toma café casi tanto como yo) y platicáramos de mi viaje, de lo que habia hecho y demás. El limpiador de calzado fue el super descubrimiento tecnológico de la época y en ese momento dejamos sus zapatos de la escuela mas brillantes que la nariz de Rodolfo el Reno (para ir acorde con la época que se avecina).

Asi que mis regalos se convirtieron una vez más en cosas maravillosas para mi pequeña qeu fué feliz de poder escribir mensajes y de tener a su mamá nuevamente de regreso en casa.

lunes, noviembre 13, 2006

Dedicatoria especial

Solo una pequeña nota para agradecerte todos los momentos felices, la compañía, el consuelo, la alegría esa mirada sensacional que me dedicabas todas las mañanas.
Gracias por entender (bueno, eso ceo) lo que nadie más entendía. Gracias por estar ahi.
Dalí, nunca e voy a olvidar, te fuiste tranquilo, pude arroparte como cuando eras pequeñísimo y espero que estes bien (si eso "Lo que sigue" existe).