A veces

Las cosas son tan sencillas que no se si faltan las palabras o simplemente sobran, pero sobran al punto del silencio absoluto.

No hay mucho que decir, hay mucho que sentir y en lo mas profundo no hay duda, no hay confusión, no hay marcha atrás.

El miedo, nuestro eterno compañero, nos juega algunas bromas crueles, que hay que saber entender, con cinismo, con pasión, con amor, simplemente sin palabras, al punto del silencio absoluto.

Si me pides que te diga lo que siento, no puedo, solo se que lo siento y siento mucho estar asi, creo que lo sabes, creo que lo sientes, pero solamente podemos coincidir en el punto del silencio absoluto.

Asi es, si asi será no lo se, nadie lo sabe solo queda esperar. En silencio.